ENFERMEDADES FELINAS: PANLEUCOPENIA

08-06-2019

¿Qué es la panleucopenia felina?

Es una enfermedad altamente contagiosa, causada por un virus que afecta a gatos de cualquier edad, aunque son más sensibles gatitos menores de 1 año, sobre todo a los 2-4 meses de vida, gatos enfermos y gatos domésticos no revacunados.
Es una enfermedad presente en todo el mundo y sobre todo en áreas rurales o semiurbanasen especial, a finales de invierno y otoño. La muerte producida por esta enfermedad es variable, pudiendo producir hasta un 90% de letalidad.

¿Cómo se puede contagiar un gato?

El virus de la panleucopenia felina se transmite más comúnmente por contacto directo de gatos sensibles con animales infectados o sus secreciones contaminadas. Los gatos eliminan virus en la orina y las heces hasta 6 semanas después de recuperarse.
Existe transmisión en las gatas gestantes a sus gatitos (transmisión in útero) y también se puede transmitir por contacto indirecto con materiales contaminados como suelos, camas, ropas, calzado, manos, platos para el alimento, etc. Es probable que también se transmita a través de pulgas y otros insectos vectores durante las épocas de calor. Además, este virus perdura durante mucho tiempo, hasta cerca de un año en condiciones medio ambientales favorables, por lo cual las personas que pierden un gatito por esta enfermedad no deben llevar otro nuevo a la casa sin vacunarlo previamente.

¿Cómo saber si un gato tiene panleucopenia?

Es una enfermedad que se manifiesta en los gatos enfermos de forma muy variable desde leves anifestaciones
clínicas, más común en gatos sensibles de mayor edad hasta muy grave en gatitos no vacunados.
No tiene signos típicos y muchos dueños se creen que han sido envenenados o han comido algo extraño. Por lo que el tratamiento se puede descuidar o retrasar. Los primeros signos que nota el propietario son depresión, pérdida de apetito, fiebre alta, letargo, vómitos y deshidratación. El curso puede ser corto y graves y algunas veces los gatitos mueren a los pocos días sobretodo, gatitos de 4-12 semanas de edad. También se han observado muerte súbita neonatal. Normalmente la enfermedad puede durar de 3 a 4 días después de la fiebre. La fiebre fluctúa durante la enfermedad y puede bajar por debajo del valor normal, antes de la muerte. Otros signos, en las últimas etapas de la enfermedad, pueden ser diarrea, anemia y vómitos persistentes.
Las gatas infectadas durante la gestación pueden tener abortos de fetos muertos o momificados, pero sin signos clínicos de enfermedad. Los gatitos en una camada pueden nacer con incoordinación motora, temblores y apatía. En una camada, no están afectados todos los gatitos ni tienen el mismo grado de déficit neurológico. Los gatitos con daño en el cerebro anterior presentan convulsiones, cambios de conducta y marcha relativamente normal, aunque presenta posturas anormales.
Los gatitos afectados con disfunción cerebelosa mínima pueden con el tiempo compensar en cierto grado la alteración nerviosa y pueden vivir con cierta alteración residual.

¿Cómo prevenir la panleucopenia?

Se puede prevenir esta enfermedad de diferentes maneras:

  • Los gatos que sobreviven a la infección quedan protegidos frente a la panleucopenia de por vida. 
  • La madre transfiere anticuerpos a sus gatitos (anticuerpos calostrales) que suelen durar por término medio 8 semanas aunque a veces duran hasta las 12 semanas de edad. Cuando los gatitos pierden los anticuerpos calostrales es cuando hay que iniciar la vacunación ya que si se inicia antes, los anticuerpos calostrales interfieren en el desarrollo de la inmunidad tras la vacunación.
  • Se ha utilizado la inmunidad pasiva para prevenir la enfermedad. Los sueros homólogos de gatos que han sufrido la infección proporcionan inmunidad según el título del producto y la cantidad administrada. Se recomienda la administración de estos sueros sólo en gatos susceptibles a ser infectados, no vacunados que requieren protección inmediata o en gatitos que no han recibido calostros.
  • Las vacunas inducen una buena protección. La mayoría de las vacunas son vivas pero tratadas para perder su capacidad de producir la enfermedad y hay otras vacunas que son inactivadas. La elección de una u otra dependerá de varios factores que tendrá en cuenta nuestro veterinario. Las inactivadas son inocuas y pueden ser usadas en hembras preñadas y en gatitos menores de 4 semanas. Estas vacunas estimulan la producción de anticuerpos contra el virus y protegen al gato de la infección natural. Las vacunas son preventivas pero no curativas. La mayoría de ellas han de administrarse antes de la infección y exposición al virus para ser efectivas.

Generalmente los gatitos reciben su primera vacuna entre las 8-10 semanas de vida. La vacunación debe repetirse anualmente para mantener una buena inmunidad. La vacunación ha sido el factor más importante para reducir la presencia de la enfermedad. El veterinario debe establecer la pauta de vacunación más adecuada dependiendo de muchos factores como interferencia con los anticuerpos calostrales, cantidad de enfermedad, edad, salud del gato, etc. Es fundamental que junto con la vacunación se realice una buena desinfección a fin de prevenir o controlar un brote de panleucopenia, ya que el virus es muy resistente a las condiciones medio ambientales. Los desinfectantes más apropiados son: hipoclorito sódico al 1/32 en amonio cuaternario previa eliminación de la materia orgánica y radiaciones ultravioletas.
Asimismo, en colectivos de gatos las medidas a tomar son las siguientes:

  • Todos los nuevos animales deben vacunarse al llegar y mantenerse separados del resto de los animales varios días, en jaulas desinfectadas.
  • Separar a las hembras gestantes del resto.
  • Separa madres y gatitos durante la lactación del resto de los gatos.
 

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