ALERGIA A LOS GATOS ¿QUÉ HACER?

11-07-2019

No solo los humanos pueden tener alergia a los gatos, sino que los gatos también pueden ser alérgicos.

Uno de cada 200 gatos es alérgico y sufre de asma, tos y otras dificultades respiratorias. Los síntomas empeoran en las casas por la presencia de caspa de humanos y piel descamada, humo de tabaco, perfumes, polvo, etc, e incluso se está investigando si también algunas bacterias propias del ser humano son detonantes de la alergia del animal. Los más vulnerables son los gatos siameses.

Muchas personas tratan a su gato como un proscrito y otras incluso con agresividad cuando se enteran de que ellos o uno de sus familiares son alérgicos a los gatos, De repente, olvidan todos los buenos momentos vividos con el animal y ni siquiera hacen un intento por preservar su relación. Sin embargo, los gatos alérgicos deben aguantar estoicamente a su amo, no pue-den someterse voluntariamente a tratamientos y no por esto salen corriendo cuando este se acerca a acariciarles.

Las alergias a los animales domésticos con piel o con plumas son comunes, especialmente en-tre las personas que tienen otras alergias o asma. Entre el 15 y el 30 % de las personas con alergias tienen reacciones alérgicas a los gatos o a los perros. Las alergias a los gatos son aproximadamente dos veces más comunes que las alergias a los perros.

¿Por qué hay personas alérgicas a los animales domésticos?

El sistema inmunológico es el encargado de encontrar sustancias extrañas en el organismo, como virus y bacterias, y eliminarlas. Normalmente, esta respuesta nos protege de las enfermedades. Las personas con alergia a los animales domésticos tienen un sistema inmunológico hipersensible que reacciona ante las proteínas inocuas de la saliva, la orina o la caspa de los animales domésticos (la piel muerta que se desprende del animal). Estas proteínas se llaman alérgenos.

¿Qué provoca la alergia a los gatos?

Las personas alérgicas a los gatos lo son a la proteína fel d 1, que se produce en la piel de los gatos y que éstos segregan en el pelo. Estos alérgenos se acumulan en el pelaje y en otras superficies.

Al contrario de lo que se suele pensar, el pelo de los animales domésticos no es lo que produce la alergia. Sin embargo, puede acumular caspa y también alberga otros alérgenos tales como el polvo y el polen.

El fel d 1 está presente en la saliva, piel y glándulas sebáceas de los felinos. Además, se encuentra en una amplia variedad de tejidos internos incluyendo cerebro, músculo y órganos vis-cereales. Estudios recientes han demostrado que la fuente primaria de este alérgeno es la piel.

Las concentraciones de fel d 1 sobre la piel están bajo control hormonal, por tanto, la castración influye notablemente en l las concentraciones de fel d 1 de los gatos machos disminuyen un mes después de la castración. Existen también evidencias preliminares de que las secreciones pueden ser mayores en los machos que en las hembras.

¿Qué síntomas tiene una persona alérgica?

Las manifestaciones clínicas varían desde reacciones cutáneas locales a rinoconjuntivitis típica, hasta el asma grave. Las reacciones cutáneas varían desde urticaria por contacto, a una erupción maculo papulosa intensamente pruriginosa sobre el rostro, cuello y tronco. Estas reacciones por lo general están asociadas con síntomas respiratorios durante la exposición aerotransportada.

¿Cómo puedo saber si soy alérgico a los gatos?

La alergia debe ser siempre diagnosticada por un alergólogo. El médico de cabecera deberá remitirnos al especialista, la sola presencia de un animal doméstico en casa no significa que sea el animal el que provoca los síntomas. Muchos animales son abandonados sin la certeza de un diagnóstico asertivo, es decir, pruebas específicas que determinen a qué somos alérgicos y a que no.

Para averiguar a qué somos alérgicos, el especialista puede llevar a cabo las pruebas cutáneas, consistentes en una serie de veinte pequeños cortes en el brazo probando sobre ellos diferentes tipos de alérgenos y comprobando si producen una reacción en la piel. Otro modo de realizar estas pruebas es mediante análisis de sangre, con el que se llega a testar más de 500 componentes alérgenos. En el caso de la alergia a los alimentos, se deberán evitar los productos de los que se sospecha para observar si los síntomas varían. A estas pruebas puede sumarse una espirometría que consiste en una prueba que mide la capacidad pulmonar y es una herramienta de utilidad en el diagnóstico de los casos de asma alérgica. Una vez que se ha identificado el agente responsable de la alergia se empieza con el tratamiento.

Me han diagnosticado alergia ¿y ahora qué?

Una de las primeras recomendaciones para el manejo de la alergia a los gatos es la eliminación del animal. Desde la perspectiva del alergólogo, esta suele ser la recomendación más práctica. Sin embargo, antes de tomar una decisión tan drástica se pueden probar algunas medidas de manejo asociadas al tratamiento instaurado por el especialista, y por supuesto tener la seguridad de que es el gato el que causa la alergia. En casi todas las ocasiones la cuestión de eliminar o no a la mascota felina es de índole emocional. La decisión final normalmente dependerá de la persona que padece los síntomas, salvo en el caso de los niños.

Si usted sufre alergia y no quiere deshacerse de su gato puede seguir las siguientes recomendaciones:

Impida al gato la entrada en el dormitorio: usted pasa ahí entre el 30% y el 50% de su vida. Mantenga cerrada la puerta del dormitorio y límpielo cuidadosamente.

Evite las alfombras, ya que el alérgeno puede acumularse en ellas, evite también recargar las habitaciones elementos de decoración en los que pudiera acumularse igualmente. Si quiere tener alfombra, escoja una con pelo corto y límpiela a vapor con frecuencia. La mejor opción es usar alfombras movibles que puedan lavarse con agua caliente.

Use mascarilla contra el polvo para pasar la aspiradora.: las aspiradoras remueven los alérgenos que se hallan en la moqueta y agudizan la alergia. Use aspiradoras con filtro HEPA (alta eficiencia contra las partículas aéreas) si es posible.

La calefacción por ventilación forzada y el aire acondicionado pueden diseminar los alérgenos por la casa: cubra las rejillas de ventilación del dormitorio con un filtro grueso de un material como la estopilla.

Agregar un purificador de aire con filtro HEPA a la calefacción central y al aire acondicionado puede disminuir la concentración de alérgenos en el aire. El purificador de aire debe usarse por lo menos durante cuatro horas al día. Hay otros tipos de purificadores de aire que tienen un filtro aerostático que elimina del aire las partículas del tamaño de los alérgenos del animal. Sin embargo, ningún purificador o filtro quitará los alérgenos pegados a las superficies.

Bañe al gato todas las semanas: con esto se pueden reducir los alérgenos transportados por el aire, aunque es discutible su efectividad para reducir los síntomas en una persona.

Haga que alguien que no sufra de alergia cepille al animal fuera de la casa para quitarle la caspa, y luego limpie también la caja de los desechos o la jaula.

Llévelo a la peluquería: si su gato es de pelo largo o semilargo puede llevarlo periódicamente a la peluquería, el corte de pelo hará que el alérgeno se acumule en menos cantidad en el pelaje.

Existe un producto denominado Vetriderm solución tópica de laboratorios Bayer (antes conocido como Allepet). Es un spray que se aplica sobre los animales domésticos para eliminar los restos de suciedad de la superficie, en especial aquellos que pueden provocar alergias (epitelios, restos de saliva, etc.), reduciendo así las reacciones alérgicas. Una aplicación semanal del producto reduce la sintomatología en muchos casos.

Existen vacunas eficaces en algunos casos para el tratamiento de la alergia a los animales domésticos, consulte con su médico sobre esta posibilidad.

Esterilice al gato: esto puede ayudar a reducir la producción del alérgeno, sobre todo en los machos, además de aportarle a su animal una serie de beneficios en cuestión de salud.

Con estas medidas de manejo y siguiendo siempre las recomendaciones de su médico es posible que usted puede seguir conviviendo con su gato sin grandes repercusiones para su salud. En algunos casos por desgracia esto no es posible, y su salud puede llegar a resentirse fuertemente. Llegado este extremo y habiendo probado todas las soluciones posibles, siempre podrá optar por buscar un nuevo hogar para su compañero felino.

Recuerda que:

- Muchas son las personas que opinan (incluso personal médico) que si se tiene alergia al epitelio animal lo que se debe hacer es deshacerse de las mascotas.

Esto es un gravísimo error causado por la desinformación y la difusión del "camino rápido".

Actualmente existen en el mercado numerosos productos y muchas veces, con unas simples medidas higiénicas en el hogar, convivir con animales es más que posible y según últimas investigaciones, incluso beneficioso.

No dejes que nadie opine por ti. Tenlo claro: alergias y convivencia es posible.

- Algunas personas sólo son alérgicas a los gatos nuevos. Esta clase de alergia significa que irá disminuyendo tras la exposición repetida. Por esto, no serás alérgico a aquellos gatos a los que te expongas regularmente, y hasta podrías volverte alérgico a tu propio gato si te separas de él por cierto tiempo. Lavarse las manos frecuentemente ayudan a este tipo de alergia.

- La revista New Woman (octubre 1992) tiene un artículo interesante sobre una vacuna para alergia a los gatos. Catvax se está desarrollando en la Immunologic Pharmaceutical Corpora-tion (I.P.C.), en Cambridge, Massachusetts, USA, y se está probando en humanos en la Universidad Johns Hopkins. Pruebas en animales indican que Catvax es distinta a las vacunas tradicionales contra las alergias de gatos por dos motivos. Primero, a diferencia de la terapia convencional contra la alergia, que impone inyecciones semanales o bisemanales durante hasta un año, la vacuna podría prevenir completamente reacciones alérgicas luego de sólo unas po-cas inyecciones. Segundo, los estudios sugieren que la vacuna no producirá efectos colaterales alérgicos, tales como el asma, como las vacunas tradicionales a menudo producen. I.P.C. espera completar sus estudios en humanos y poner la vacuna en el mercado para 1996 o 1997. [N.del.E. Según hemos podido indagar, Catvax aún está siendo probada]

También debes saber:

Los animales reducen el riesgo de padecer alergias

Aquellas personas que comparten su entorno con un animal poseen una vida mucho más saludable en numerosos aspectos. Igualmente, los bebés que durante la lactancia han esta-do en contacto directo con animales domésticos, desarrollarán en su organismo defensas contra diversas bacterias. Ciertos estudios confirman que los niños que se crían con una mascota tienen menos riesgo de desarrollar determina-das alergias o enfermedades, tales como el asma. Las investigaciones llaman la atención sobre las endotoxinas, componentes de las bacterias que abundan en todos los hogares en los que habita un perro o un gato. Los pequeños que crecen en un ambiente con estas bacterias desarrollan una mayor inmunidad y menor sensibilidad a las mismas, llegando incluso a reducir de forma considerable las posibilidades de padecer alergias a lo largo de su vida.

Bacterias y animales: efecto protector Una investigación publicada por el Journal of the American Medical Association, realizó un seguimiento a 474 bebés sanos, desde su nacimiento hasta los siete años. De ellos, 184 compartieron su infancia con animales de compañía y 220 no tuvieron contacto con mascotas. Una vez concluido el análisis, se descubrió que los niños que vivían con perros o gatos tenían un 50% menos de probabilidades de desarrollar enfermedades alérgicas, en comparación con los que no convivieron con animal alguno. Además, el informe demostró que los niños del primer grupo, al estar más sanos, asistieron a clase una media de 18 días más que sus compañeros sin mascota. Asimismo, los bebés que crecen próximos a una granja presentan un menor índice de afecciones que los que no se ven expuestos a las bacterias que trasmiten los animales de rancho. Efectos positivos de tener una mascota

Tener una mascota es positivo y aporta beneficios a la salud humana: existe un menor riesgo de sufrir ataques al corazón y otras enfermedades cardiovasculares, desciende la demanda de servicios médicos y se produce una mejoría física y psicológica en las personas de la tercera edad. Sin embargo, aunque no existe una evidencia definitiva para reafirmar lo dicho, las estadísticas demuestran que los dueños de animales son menos propensos a desarrollar alergias y otras dolencias. Expertos en el tema indican que los niños que habitan con animales crean un código comunicacional mutuo a través de las expresiones, el olor, los gestos, etc., es decir, se comunican. Por esta razón, los más pequeños de la casa se sienten fascinados por los animales: crean fuertes lazos afectivos, aprenden a respetar y muestran ternura y cuidado hacia su mascota. En este sentido, cuando tu hijo se haga adulto se convertirá en una persona con capacidad para amar y cuidar al prójimo. Futuras terapias. Uno de los métodos más prometedores que se estudia para intentar aplacar esta hipersensibilidad es el de someter a los niños desde una edad muy temprana a las bacterias que van a influenciar en su sistema inmunitario. Por ejemplo, una familia que quiera tener en casa un animal de compañía, estará exponiendo desde el principio a su bebé a los numerosos microbios que desprende su nuevo amigo. El objetivo de esta exposición es forzar las defensas inmunitarias del bebé para que desarrollen un espacio protector. El fin del método es frenar la reacción alérgica y contribuir a un organismo más saludable preparado para adaptarse al entorno.

No le abandones:

Aunque los niños que han tenido contacto con animales durante los primeros años de vida padecen menos patologías, también es cierto que existe el caso contrario. Los casos de alergia producidos por animales van en aumento: las proteínas del pelo, la saliva o la orina pueden producir una reacción que produzca síntomas como la rinoconjutivitis, dermatitis o problemas de las vías respiratorias de tu retoño o de cualquier otro miembro de tu familia. La alergia es una respuesta exagerada de nuestro organismo cuando entra en contacto con determinadas sustancias. El sistema inmunitario encuentra en una partícula de polvo, polen, pelo de gato o de perro, por ejemplo, cuerpos extraños y peligrosos. Nuestro cuerpo reacciona contra esos agentes extraños produciendo una serie de anticuerpos que actúan como autodefensa. Cada vez son más los especialistas que atribuyen la aparición de estos trastornos, a una excesiva higiene en nuestra vida cotidiana que hace que nuestro sistema inmunológico se vuelva más vulnerable ante cualquier alérgeno. Algunos dueños, amparándose en esta contingencia, deciden abandonar a su mascota por miedo a que se agraven las reacciones tras la aparición de los primeros síntomas. Antes de dejar a tu fiel amigo a su suerte, infórmate en tu clínica veterinaria habitual sobre los efectos que puede provocar esa alergia, ya que quizá no se desarrolle de forma severa. A través de simples medidas de prevención, tales como lavar semanalmente al animal con un producto especial o seleccionar vacunas específicas para los diferentes tipos de alergia, siempre bajo prescripción médica, conseguirás que tu salud mejore y, además, no tendrás que deshacerte de tu mejor amigo ya que él, nunca lo haría.